sábado, 4 de julio de 2009

Encuentros...

Mirada explosiva de posibilidades inmensas abre la herida cicatrizada de mis batallas con imágenes e imaginarios; monstruos que reconocen al mirarse en sus entrañas, en sus ojos, en esa escritura en luz privilegiada tan explosiva en sus manifestaciones…

No supe ni aún sé de tú vida más que las propuestas y despertares de tus creaciones, los colores tan vivos y la señalización de lo casual que me llevó esa tarde a mirar, sorprendido, la motivación, el principio y fin de tus cascadas en mi alma.

Quise abrazar tu materialización, derrotarme en ti eufórico de emoción. Esa tarde vi llover mis anhelos, sonreír mis penas, exaltar mis demonios, alimentar mis motivos. De carne y hueso escuchaba al fondo: no estás sólo. De carne y hueso, escuchaba suspiros que oxigenaban mi sangre.

Encuentros de miradas vivas, de letras e imágenes. Encuentros tardíos a tiempo; admiración y agradecimiento…